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Tanto Baltazar como la Lavandera son historias turísticas que se usan para atraer clientela o adornar calles antiguas, como todos los fantasmas de esta colección. Lo que es importante de resaltar entre ellos dos es que, tanto el uno, un niño sin posibilidad de nacer por una realidad social que se sigue viviendo; como la otra, parte de una población clasista que discrimina a otros por no nacer bajo las mismas condiciones, son reflejos de la Colombia contemporánea. Es a través de ellos dos, como a través de muchos otros, entre los que recordamos la violencia de nuestro país.

Pero ellos dos son historias infantiles, dentro del universo de espantos, fantasmas, ánimas y santos populares. En Colombia es popular el culto al Ánima Sola o a las Ánimas del Purgatorio. Estas representan a muertos sin nombre, que están, para siempre, en un limbo: fueron demasiado buenos para subir al cielo, pero sufrieron muertes violentas y solitarias. Por la falta de plegarias, velorios y ritos necesarios para ser absueltos y redimidos de sus pecados, estas almas velan por los vivos. Ellas conceden milagros, hacen favores y protegen a seres queridos; pero su triste historia no las dejará descansar. A veces, pareciera, que estos espíritus están ahí para hacer visible, ante los padres celestiales, la situación gris de muchos vivos.

Para conocer más acerca de ellos, hace falta recorrer las tumbas sin nombre de los cementerios de Bogotá. Allí usted podrá encontrar velas encendidas, cartas, carteles de agradecimiento y dulces o comida en forma de ofrendas a estos santos no reconocidos por la iglesia oficial.

Recomendamos mirar los siguientes espantos o santos populares:

1. Salomé

Es una figura que, antes parte del cementerio del sur, ahora se ubica en el pabellón central del cementerio central, junto a políticos y figuras influyentes de la historia colombiana. Allí, en una tumba sin nombre y junto a un presidente, ella descansa junto a miles de cartas y placas de agradecimiento. Salomé puede estar allí gracias a la colecta anual de todos sus fieles seguidores.

 

 

2. Ánimas

Como ya lo anunciamos, muchos de estos santos populares no tienen nombre, se encuentran bajo el culto al Ánima Sola o las Ánimas del Purgatorio.

3. La Llorona

La Llorona fue una mujer indígena locamente enamorada de un caballero de origen español con quien tuvo tres hijos. Sin embargo, el hombre se enamoró de una española a la que desposó, abandonando a la indígena que, enloquecida por los celos, ahogaría a sus tres pequeños en un río y, horrorizada por el crimen, se suicidaría. No es muy bonita: su rostro es una espantosa calavera. Es un fantasma en pena que grita ¡Ay, mis hijos! cerca de cuerpos de agua.

4. La rubia de Kennedy

Una hermosa rubia chilena falleció en un accidente automovilístico en 1978. Un año después, comenzó a hacer la parada a los automovilistas nocturnos en la Avenida Kennedy, en Santiago de Chile. Le encanta detener a matrimonios o taxistas y pedirles que la lleven al supermercado más cercano. Un par de kilómetros después, ella comienza a suplicar con una suave voz: por favor, no vaya tan rápido… Y enseguida se desvanece, sin dejar rastro y sin abrir la puerta del coche.

5. El Sombrerón

Una leyenda guatemalteca que trata sobre una especie de duende que se enamoró locamente de una mujer hermosa. Los padres de ella no permitieron la unión y la encerraron en un convento, lo que lo llevó a él a vagar eternamente y su objetivo principal es asustar a los mujeriegos.

 

SANTOS POPULARES

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